Sexo en Uruguay
Como ya sabéis he viajado por todo el mundo y en todos y cada uno de los sitios me he parado para conocer escorts locales, conocer lugares increíbles y por supuesto disfrutar de buen sexo, hoy os voy a contar que tal y me fue en Uruguay, más concretamente con una escort Montevideo, un lugar maravilloso donde disfrutar de muchas cosas, pero sobre todo del buen sexo en Uruguay.
Voy a contaros de primera mano que tal me fue en Montevideo y con las escort punta del este, posiblemente una de las mejores putas con las que he tenido el placer de probar el buen sexo, os voy a hablar de Daisi, una preciosa mujer, escort por supuesto, con un cuerpo sencillamente impresionante, unos pechos perfectamente naturales que parecen desafiar la gravedad, unas cuevas que muy pocos coches podrían recorrerlas y algo que me llamó muchísimo la atención y sin lugar a dudas me cautivó de esta mujer.
Sus tatuajes son una de las partes que más ha cautivado mi atención, tatuajes en los brazo y piernas que hacen de ese cuerpo una auténtica delicia, es difícil poder resistirse a semejantes curvas, pero con esos tatuajes es cierto que nadie podría resistirse.
Comenzamos la velada con en la cama, acostados, desnudos, mirándonos y jugueteando con nuestras manos, no tuve ni tiempo de reaccionar, cuando me quise dar cuenta, Daisi estaba chupando mi polla, desde la punta del glande hasta mis robustos testículos, apretándonos y succionándonos como si de ellos fuera a sacar oro, rápidamente la aparté, pues una de las cosas que más me gustan es llevar las riendas en la cama, comencé lamiendo sus pies, para poco a poco ir subiendo por sus piernas hasta llegar a su entrepierna.
Esta desprendía un olor simplemente cautivador, dulce, con notas de canela, que decían, tienes que lamer ese clítoris ya mismo, no tardé ni 2 dos segundos en recorrer sus piernas, atraído por su rico chocho, comencé a lamerlo, tratando de meter mi lengua hasta lo más profundo, durante unos largos y deliciosos 20 minutos estuve lamiendo su chocho con todas mis fuerzas, acariciando suavemente con mi dedo índice y angular su clítoris para que se corriese.
Cuando ya iba a desistir, antes de penetrarla comencé a notar gestos que me indicaban que estaba casi lista para correrse, siempre me gusta preparar muy bien la escena antes de comenzar a penetrarla, para que así la penetración sea además de profunda el desencadenante de la corrida femenina más deliciosa posible, aún no habíamos cruzado el umbral de una hora cuando comenzó a gemir de placer fuertemente, pensé que nos escucharían desde todas partes del edificio, ni corto ni perezoso tras comerme ricamente su clítoris, comencé a penetrarla una y otra vez con todas mis fuerzas deseando que aquello acabase cuanto antes.
En apenas unos minutos comenzó a dar signos de correrse, apretando mi espalda con sus uñas, con gran fuerza comenzó a gritar mientras la penetraba con todas mis fuerzas hasta que conseguí una increíble corrida de ambos, yo me corrí a la misma vez que ella se corría, por este motivo tengo que darle sin titubear un 10 y estaré dispuesto a volver a punta del este y elegir a Daisi como mi acompañante de corridas por toda una noche completa.